Bangkok

Bangkok, la mayor puerta de entrada a Tailandia, es la ciudad más cosmopólita de Oriente, llena de atracciones para los extranjeros y para sus habitantes. Es un lugar con un encanto especial, tanto que los tailandeses la llaman la "Ciudad de los Angeles". Más que ningún otro lugar en el país, Bangkok expresa la inexplicable habilidad de Tailandia de mezclar lo antiguo con lo nuevo. Muestra un desarrollo arquitectónico con modernos edificios, hoteles que ofrecen lujo y comodidad, plazas en las que puede hacer sus compras como seda y joyas, rstaurantes y toda clase de entretenimiento. En medio de este mundo sibarita, Bangkok se preocupa por preservar su herencia cultural. En el esplendor del Gran Palacio y del Templo del Buda Esmeralda podrá admirar imágenes del medioevo oriental. La influencia del pasado no se limita a los monumentos, se extiende a la vida diaria. La palabra que mejor define a la ciudad de Bangkok es diversidad. No se puede perder la visita a sus templos, sus calles y sus mercados. Bangkok es el lugar de la seda, en donde los vestidos y blusas están hechos a la medida del consumidor y en un tiempo record. Hospédese en el famoso Hotel Oriental y cene en alguno de sus mejores restaurantes, quizás en alguna embarcación sobre el río. No se pierda de visitar el templo del Buda o Wat Pho, el más antiguo de Bangkok. En su interior alberga una escuela de medicina tradicional. Su buda, construido en yeso dorado y ladrillos, mide 46 metros de longitud y 15 metros de altura. Está en la Ciudad Antigua. Otra de las bellas construcciones de principios del siglo XX es el Templo de Mármol o Wat Benchamabopit. Su patio central está flaqueado por más de 50 estatuas de buda en bronce. Continue su recorrido y visite Wat Saket, lugar que debe su fama a la Montaña Dorada, de casi 80 metros altura y originada tras el derrumbamiento del chedi, o torre relicario budista, que estaban construyendo. Desde su cima, a más de 320 escalones de altura, se aprecia una panorámica de la ciudad de Bangkok y sus rascacielos. Por supuesto no se olvide de entrar a la Iglesia del Santo Rosario, un monumento cristiano construido en estilo románico portugués en el año 1787. Camine por el Zoológico Dusit, el cual destaca por la exihibición de canguros grisis y cocodrilos siameses entre otras raras especies. Y ya que tocamos el tema de los parques, uno muy concurrido en Bangkok es el Pramane Ground, que posee una zona de jardines que podrá visitar con la familia. Aquí encontrará mercados con coloridos puestos llenos de comida muy típica. Por último diríjase al Gran Palacio, complejo monumental compuesto de varios estilos arquitectónicos como los tejados tailandeses y fachadas europeas, entre renacentistas y neoclásicas. Dicho Palacio fue construido entre 1783 y 1946. Bangkok es sin duda una ciudad exquisita que merece visitar por lo menos durante una semana, pese a su pequeño territorio, a cada paso que dé encontrará mucho diversión y cultura sin igual.